HOY SANGRO

HOY SANGRO

Por mil heridas abiertas,
con los huesos fracturados,
con el uniforme rasgado,
con la piel rasgada,
con el cuerpo hecho jirones
sobre los músculos,
hoy sangro.

Abandonado a mi suerte,
insultado por aquellos
a los que pretendo defender,
abofeteado por el destino,
ignorado por mis mandos,
mareado por los azares de unos pocos,
escupido por la cobardía de muchos,
hoy sangro.

Caigo junto a mi compañero,
intento guarecerlo,
hermanos de sangre,

hermanos de armas,
espartanos en territorio hostil,
aislados y sin más esperanza
que las que puedan forjar
nuestros corazones
en el momento de la batalla,
hoy sangro.

Vestí con orgullo el uniforme cuando juré,
patrullé sin descanso en mis orígenes,
me preparé para sufrir en tierras jienenses
me armaron caballero sin espada y de manos atadas,
para convertirme en carnada
de una turba alocada
gozosa por el placer de libar
la sangre derramada
y, por ello,
hoy sangro.


Resistid, resistid es su grito,
y yo les maldigo,
porque me increpan desde la barrera,
desde la seguridad de su posición,
y no saben de nuestro sacrificio,
de nuestro penar,
no saben de la dedicación particular
y del dolor de la familia que queda atrás,
no piensan en las madres e hijos,
maridos y esposas,
que sufren cuando nos han visto
siendo apedreados,
arrastrados,
pateados,
apuñalados,
incendiados,
disparados,
intentando arrebatarnos
nuestro bien más preciado:
la vida.

No les gritarán a ellos "dejadlos morir"
mientras intentan restañar nuestras heridas.
Todo en aras de gritar libertad,
cuando lo único que quieren decir es muerte.

Jamás sabrán de nuestro valle de lágrimas,
pues no les interesa saber,
no quieren conocer nuestro dolor,
y es por ello por lo que
hoy sangro.

© Copyright 2014 Javier LOBO