UNA GOTA DE ALMA
El recuerdo que te tengo
es el de atardeceres conversando,
compartiendo tertulias
profundas o livianas,
respirando letras,
bebiendo artes,
fumando compañías.
Compartíamos problemas y resoluciones,
angustias y desvelos,
procurando siempre
ser el uno del otro compañeros.
El azar quiso
que desde nuestros polos
nos acercásemos
por el imán de la amenaza velada.
¿Quién nos iba a decir que,
con el correr del tiempo,
con el pasar de las aguas,
con el ir y venir de las estaciones,
nuestra amistad iba a perdurar
sobre la tempestad?
Luego la distancia
y el destino nos separó.
Cuando más olvidados
parecíamos tenernos,
más en mi pensamiento te guardaba,
más te añoraba,
más te recordaba.
Misivas perdidas,
aisladas como soldados en la batalla,
para resumirnos un año
en apenas unas cuantas palabras.
Pero siempre, de trasfondo,
la calidez de una gota de alma,
un te quiero velado,
un te echo de menos silenciado,
un tengo ganas de verte pintado en el aire,
un hasta pronto firmado con tinta invisible.
Finalmente,
los azares y las actualizaciones
nos permitieron acercarnos
a través del muro de luz,
por fin conectados,
mas aún separados por la distancia.
Seguía soñándote,
seguía recordándote,
pero por fin me atreví a decirte
un te quiero
con mi corazón de amigo en las manos,
ofrendándote una gota de mi alma
en humilde regalo.
Tu voz me alegra,
tus imágenes me estremecen,
y no dejo de pensar
en que quisiera más cerca tenerte
para dejar de soñar con abrazarte,
para por fin estrecharte
y pronunciar un "te quiero, amigo"
que tanto tiempo llevo atragantado en la garganta.
Y, de amigo a amigo,
poder ofrendarte una gota de alma.
© Copyright 2014 Javier LOBO
2 comentarios:
No creo que puedas expresar mejor el profundo amor que se le profesa a un verdadero amigo. Te superas con cada cosa que escribes.
Madre mía, ojalá se pudiera tener esa amistad. Sentidas y hermosas letras. Seguro que él ya lo sabe.
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