EL ÚLTIMO SUSPIRO

EL ÚLTIMO SUSPIRO

Llega el ocaso,
cae la tarde,
el último suspiro
de mi vida asciende
a mis labios.

Se ha acabado todo,
se ha marchitado mi alma,
Pompeya de nuevo sepultada
por las cenizas de lava ardiente
de un Vesubio llamado tiempo.

Mi cuerpo quedará enclaustrado
para toda la eternidad
en un ataúd de obsidiana,
pero que nadie cante mi dolor,
que no se sepa de mi pena,
que mi paso por la vida
no sea más significativo
que una mota de polvo al aire,
que mis lágrimas se confundan
con la lluvia en la tormenta.

Espero pacientemente
a que llegue mi último suspiro,
a que mi invitado venga a por mí.
Se hace de rogar,
me hace esperar,
pero sé que vale la pena aguardar,
y sabe que no me importará su demorar.

Por fin llega mi agasajado,
por fin se sienta a mi mesa el convidado.
Sólo es necesario un último beso,
unir labios por última vez
para ser arrastrada a la oscuridad,
que no puede ser peor que este lugar.

Sólo un último beso,
labio con labio...

El último suspiro
para mí,
por fin,
ha llegado...



© Copyright 2014 Javier LOBO

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