NOCHE

NOCHE

Cae la noche
y te acecho como un depredador,
sigo tu rastro con mi olfato,
tu olor me desquicia,
me vuelve loco,
me domina,
me posee,
me hace desear
cada palmo de ti,
devorar
cada rincón de tu cuerpo,
envolverme
en el calor de tu piel,
beber de la fuente oculta
del elixir de tu alma.

Creo encontrarte en cada sombra,
en cada recodo del camino,
detrás de cada esquina,
pero no estás.
Te haces de rogar,
me excitas por momentos,
y eso hace que mi tensión
se dispare a cada instante.

Cuando te encuentro
no aparece el miedo,
sino el deseo y el triunfo
en tu mirada de gata,
esos ojos que me consumen
hasta devorarme sin labios,
haciendo que el silencio suene a gritos
y que el ruido desaparezca
bajo el peso de tus gemidos.

Me lames,
nos besamos,
resbala tu mano
por mi piel sudorosa,
dejando la impronta de tus zarpas
en mi espalda.
Cada instante de dolor,
cada instante de placer,
me encanta
y me vuelve loco,
y me hace desear más,
y que el universo se estremezca
con tus gemidos de placer.

Me haces creer que domino,
pero eres tú la auténtica dama,
dueña y señora de la situación.
Tú ordenas,
tú dispones,
tú haces que el juego del placer
se vuelva incontrolable entre mis manos,
y que yo sea un títere en las tuyas.

Déjame ser tu marioneta
una vez más,
hazme experimentar
el placer extremo
que desatas en mi vientre
y perderme en tu cuerpo
para siempre.



© Copyright 2014 Javier LOBO

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