Y VOLAR

Y VOLAR

No soy ángel ni pájaro,
no tengo alas,
pero las extiendo completamente,
sintiendo el aire pasar por ellas,
acariciar cada milímetro de mi piel,
y deseo volar,
alzarme sobre la vida,
sentir el pálpito de mi corazón
en las sienes,
y que el mundo se empequeñece,
que se vuelve azul y turquesa,
escarlata y jade,
púrpura y añil,
que mis ojos descubran tonalidades
que nunca creí que hubiera,
que huelo el aroma de las nubes,
que mi piel se broncee
con el calor de las estrellas.

Y volar me hace grande y libre,
mayor que un titán,
por encima del mundo,
y la estela del sol
por el mar seguir
y el horizonte
con la punta de mis dedos
poder tocar.

Dejo atrás la suciedad,
alzo el rostro al sol,
aunque me deje ciego,
y sentir el orgullo
de ser yo,
de poder con la adversidad,
que las cosas simples de la vida
son las que tienen los sabores más intensos,
que los placeres de la vida
se encuentran en los detalles
más insignificantes.

Y volar para quedar desnudo
de miedos e inseguridades,
dejar caer al abismo
el atavío de la tristeza,
mostrarme en mi desnudez
con mi yo radiante,
ser un universo de paz para mí mismo,
sentir la esperanza
como sangre en mis venas,
que el batir de mis alar
insufle vida en mis pulmones
y en mis labios,
una sonrisa.

La firma
de la felicidad.

© Copyright 2014 Javier LOBO