EN LA SOMBRA

EN LA SOMBRA

Mi hogar está en la sombra,
en la cumbre de un afilado risco,
en un farallón
donde la mirada de los hombres
no puede atisbar
ni las águilas
pueden volar hasta su cumbre.

En la sombra es donde permanezco,
viendo el correr de los siglos,
observando cómo se acumulan
las motas de polvo en los muebles,
cómo el suelo se cubre de cenizas,
y la sed aumenta en mi garganta.

En la sombra permanezco,
acechando como un depredador
a la anhelada presa,
para sentir el frescor de su humor
derramándose por mi garganta,
fluyendo por mis venas,
recuperando el vigor mi cuerpo,
revitalizándome.

En la sombra permanezco
para no convertirme en presa,
para terminar con la persecución de centurias
a las que he sido sometido,
acorralado como un animal,
olvidada ya mi gloria,
cuando yo fui
la única línea de defensa
ante el invasor,
cuando los autoproclamados
pueblos libres de Europa
corrieron asustados a esconderse
bajo las faldas de sus madres,
dejando indefensos al resto.

En la sombra permanezco ahora,
convertido en un ser oscuro,
vigilando vuestras vidas,
expectante como la araña en su tela,
esperando con impaciencia el tañido
que indica que la presa
se encuentra atrapada
en el viscoso hilo de seda
y la cena está servida.

En la sombra os aguardo...

© Copyright 2014 Javier LOBO