DOMINIO II

DOMINIO II

Volvamos a jugar al juego del dominio,
como antaño ya lo jugamos.
Ayer fuiste la sumisa,
hoy seré yo el esclavo,
prisionero de guerra domeñado por tu pie,
clavado tu tacón en mi garganta,
cortándome el flujo de sangre,
el suministro de aire,
controlando mi vida,
decidiendo mi salvación
o mi condenación.

Apriétame fuerte,
mi señora,
que no me pueda escapar de tus garras,
que las correas se hundan en mi carne,
que desgarren mi piel,
mientras experimentas conmigo
nuevas formas de excitarme y darme placer,
mientras escribes páginas nuevas
en tu propio libro del gozo y del éxtasis.

Oblígame a lamer tus pies
rendido bajo la suela de tu calzado,
enséñame a someterme
al poder de tu vulva espumosa,
hazme bucear en tu mar de flujos
sin más respiradero
que la válvula de tu clítoris en mi boca,
que me enseñes cuándo te gusta
que lo succione o lo mordisquee,
cuándo deseas que lo lama o juege con él
usando la punta de mi lengua.

Que tu fusta sea la batuta
que me guía en tu sendero del placer,
dándote cuanto gozo desees,
no permitiéndome estallar en éxtasis
hasta que tú no me lo permitas,
prisionero estoy en tus manos
de una guerra perdida con deleite,
sumiso bajo tus labios salados,
los grilletes inmovilizando mis extremidades,
mientras te veo estremecer,
una y otra vez,
sacudida por oleadas de placer,
ronca la garganta por tus jadeos,
ardiente tu mirada por el deseo,
mi ama.


© Copyright 2014 Javier LOBO

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